A la vuelta al cole, llegué cargada con bolsas de tapones que había recogido durante el verano para conseguir el bipedestador para Iker, campaña en la que colaboramos el curso anterior. Al ver que el cesto no estaba disponible aún, me los lleve a mi despacho y mi cabecita que no deja de inventar, empezó a pensar posibles actividades que podría realizar con ellos.
Pues bien aquí os dejo una de mis ideas para trabajar los colores, de un modo funcional y poco costoso.
En una lata de metal redonda de las galletas (también puede servier una bandeja, caja, etc); puse varios tapones de diferentes colores y tarjetas con pictogramas facilitados por la editorial SM en la caja de material de aula de infantil; que pueden ser sustituidos por un trozo de papel con una mancha de rotulador estampada por el propio niño o un trozo de cartulina de colores.
Colocaremos los pictogramas sobre la mesa y el niño irá cogiendo tapones y los irá colocando debajo del pictograma correpondiente, de modo que queden clasificados atendiendo al criterio de color.
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